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Cada 22 de marzo , el mundo conmemora el Día Mundial del Agua , una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1993 con el propósito de concienciar sobre la importancia del agua y la necesidad de garantizar su acceso universal. A lo largo de los años, esta jornada ha servido para reflexionar sobre los desafíos relacionados con la crisis hídrica y las acciones necesarias para enfrentarla.
Un recurso en peligro
A pesar de que el 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua , solo el 3% es dulce y apto para el consumo humano. De esta cantidad, una gran parte se encuentra en glaciares y capas de hielo, dejando disponible un porcentaje mínimo para su uso diario.
Según datos de la ONU, más de 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable segura, y las proyecciones indican que para el 2050, más del 50% de la población mundial podría enfrentar problemas de escasez debido al cambio climático, el crecimiento poblacional y la contaminación de fuentes hídricas.
Pequeñas acciones, grandes cambios.
El acceso al agua es un derecho fundamental, pero garantizar su disponibilidad en el futuro depende del compromiso de todos. Algunas acciones simples que pueden marcar la diferencia incluyen:
Reducir el desperdicio , cerrando el grifo mientras nos cepilamos los dientes o lavamos los platos.
Reutilizar el agua , aprovechando la lluvia para riego o limpieza.
Evitar la contaminación , desechando residuos de manera adecuada y evitando el uso excesivo de productos químicos.
Revisar y reparar fugas , ya que una gotera puede desperdiciar cientos de litros al mes.
El Día Mundial del Agua 2025 nos recuerda que este recurso no es inagotable y que su preservación debe ser una prioridad global. Cada gota cuenta, y nuestras decisiones diarias pueden contribuir a un futuro más sostenible.
Fuente por: Organización de las Naciones Unidas (ONU) y UNESCO – Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos
