Fotografía por: Gobernación de Cundinamarca
Mercado Campesino de Cundinamarca: más que comercio, un aula abierta de saberes rurales
Este jueves 26 de junio, la Plaza de la Paz se convierte nuevamente en el corazón del campo con la cuarta edición del Mercado Campesino de Cundinamarca. Pero más allá del color, los aromas y la oferta gastronómica, este espacio es una muestra viva de cómo la tradición agrícola se transmite, se transforma y se preserva generación tras generación.
Aunque muchos destacan las cifras de ventas o la variedad de productos, hay un valor menos visible y profundamente significativo: el rol del mercado como punto de encuentro entre saberes ancestrales y nuevas formas de emprendimiento. Padres, hijos y abuelos comparten, no solo un espacio de venta, sino un legado familiar que encuentra en estas ferias un escenario para fortalecerse y proyectarse al futuro.
Desde muy temprano, productores de distintos rincones del departamento llegan no solo con frutas, café, amasijos o lácteos, sino también con historias, técnicas tradicionales y conocimientos que han pasado de voz en voz y que, gracias a estos eventos, hoy tienen un lugar para hacerse visibles.
Este encuentro no solo representa un impulso económico para cerca de 20 pequeños productores, sino también una oportunidad para tejer comunidad, reconocer la riqueza cultural del campo y dialogar sobre el valor real de consumir local. En un momento en el que el relevo generacional en el agro enfrenta serios desafíos, espacios como este sirven de motivación para que los jóvenes no abandonen la tierra, sino que encuentren en ella oportunidades sostenibles y dignas.
Además, la jornada será un recorrido por los sabores más auténticos de la región, con preparaciones como lechona, carnes al horno, pizzas artesanales y el tradicional canelazo, que más allá de calentar las manos, calienta el alma de quienes reconocen el esfuerzo detrás de cada ingrediente.
El Mercado Campesino es parte de la apuesta de la Gobernación de Cundinamarca por conectar el campo con la ciudad, dignificar al campesinado y fomentar el desarrollo rural. Este 26 de junio, más que comprar productos, se trata de valorar las raíces, apoyar sueños y construir un puente entre lo tradicional y lo contemporáneo.
Fuente por: Gobernación de Cundinamarca