Fotografía por: Gobernación de Cundinamarca
Con más de 190 muestras recolectadas, Cundinamarca estudia la miel de todo el territorio.
La miel cundinamarquesa sigue ganando terreno por su calidad y diversidad, y Viotá no se queda atrás. En este municipio del Tequendama, un grupo de apicultores participó en una jornada técnica que combinó formación especializada y entrega de resultados de laboratorio de sus productos. La actividad, desarrollada en conjunto con el Comité Regional de las Abejas y Apicultura, permitió analizar nueve muestras de miel local, brindando datos precisos sobre su composición, calidad y potencial de mejora. Estos resultados, lejos de ser un simple informe técnico, se convierten en herramientas clave para elevar el nivel de producción y abrir la puerta a mercados más exigentes.
Durante la capacitación, se compartieron buenas prácticas apícolas enfocadas en la inocuidad del producto, manejo responsable de colmenas y técnicas para alcanzar estándares internacionales. “Estamos dándole a nuestros apicultores no solo formación, sino información con valor. Saber qué contiene su miel, cómo mejorarla y hacia dónde llevarla, es empoderarlos”, afirmó Sara Martínez, profesional de la Secretaría del Agrocampesinado.
Este encuentro hace parte de una estrategia departamental más amplia, en la que ya se han recolectado 195 muestras de miel en 83 municipios, con el objetivo de caracterizar su diversidad, verificar calidad y posicionar a Cundinamarca como un referente en apicultura sostenible.
Vale destacar que este impulso no es en vano: recientemente, mieles originarias de municipios como La Vega y Sasaima han sido reconocidas en concursos nacionales por su pureza y sabor floral, lo que ratifica el potencial del territorio. Con estas iniciativas, Cundinamarca se consolida como una tierra fértil no solo para la agricultura, sino también para una apicultura tecnificada, sostenible y competitiva.
Fuente por: Gobernación de Cundinamarca
