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Aguardiente Amarillo en el centro de una batalla comercial entre Licoreras de Caldas y Cundinamarca

La Licorera de Caldas y la Licorera de Cundinamarca están involucradas en una disputa por la venta del aguardiente amarillo en la región. La Licorera de Caldas tenía planeado destinar 70.000 millones de pesos a la educación y la salud de Cundinamarca a través de impuestos generados por las ventas.

Mauricio Vélez, gerente de mercadeo de la Licorera de Caldas, explicó en una entrevista en Mañanas Blu la disputa que están teniendo con la Licorera de Cundinamarca después de que se prohibiera la venta del aguardiente amarillo en ese departamento y en Bogotá.

Vélez señaló que la restricción a la venta del aguardiente amarillo de la Licorera de Caldas en Cundinamarca y Bogotá se impuso para evitar la competencia. Según él, están quitando ventas al aguardiente Néctar, lo cual ya había ocurrido en Antioquia, pero en Cundinamarca se les había otorgado el permiso por 10 años.

El dirigente de la Licorera de Caldas afirmó que esta prohibición está afectando económicamente a la empresa más allá de las ventas perdidas. Han invertido en posicionar la marca y ahora todo eso parece haberse perdido.

Ante esta situación, están luchando para que el aguardiente vuelva a estar disponible en Bogotá y Cundinamarca. Aunque está prohibido en botellas, están considerando la posibilidad de venderlo en cajas y están evaluando los aspectos legales.

Vélez reiteró que el aguardiente amarillo ha tenido un gran éxito y que la Licorera de Cundinamarca, al percibirlo como una amenaza para el aguardiente Néctar, les ha cerrado las puertas. Recordó que en 2019 obtuvieron un permiso por 10 años para la comercialización de este aguardiente.

El gerente de mercadeo destacó que el aguardiente amarillo es un producto que empezaron a promover hace unos años y que resultó ser una joya de la corona que no habían aprovechado. Al cambiar su imagen y comunicar que era el primer aguardiente de Colombia, las ventas se dispararon.

Vélez no comprende la razón de la prohibición, especialmente porque en el departamento de Caldas se permite la entrada de cualquier aguardiente, como el Antioqueño o el propio Néctar, aunque estos últimos no se comercialicen allí.

Finalmente, Vélez aclaró que el aguardiente amarillo también contribuye a la educación y la salud de Cundinamarca a través de impuestos generados por cada venta. Tenían proyectado aportar 70.000 millones de pesos en estos aspectos. Aseguró que desde la Licorera de Caldas están trabajando con la Supercomercio, porque consideran que los consumidores tienen derecho a elegir su aguardiente.

 

 

Fuente e imagenes: bluradio.com

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